De repente interrumpes mis trazos
enviándome la fotografía que esperaba hace más de un año.
Ya tengo tus ojos nítidos
para plasmarlos en un lienzo,
ya tengo la delgadez de tus labios
para que recorran mi cuerpo,
ya tengo tus brazos
para que envuelvan mi cintura,
ya tengo ese lunar, en la mitad de tu nuca
para besarlo mientras acaricias mis piernas
y nos quedamos mirando la neblina.